Uno de los temas
controvertidos en Psicología
es el de la culpa.
Durante décadas, desde el "Malestar de la Cultura" de Freud, muchos psicólogos (no necesariamente psicoanalistas) se han dedicado a deshacer culpas a neuróticos reprimidos e inhibidos.
Eso está bien en casos, porque el sentimiento de culpa asociado al pecado judeocristiano, reprimió el deseo (especialmente a las mujeres) y la insumisión a las normas sociales, ligadas a la figura paterna (dice Freud.
Esto no quiere decir que una familia no sea la madre la que ponga las normas)
Pero en el análisis es necesario distinguir cuando el sentimiento de culpa tiene sentido o no.
La culpa es una emoción social que surge cuando en nuestro psiquismo aparece el otro.
Nuestros actos tienen repercusiones en los demás, y es un modo natural en que los humanos nos podemos regular como mamíferos sociales que somos.
No tener culpa es la característica del narcisista psicópata, y todos sabemos que el mundo está lleno de ellos...y que no miran por el bien común, precisamente.
Creo que no debemos deshacernos de la culpa, sino de la asociación del sentimiento de culpa con el cumplimiento de unas determinadas normas "porque sí", porque lo dice Dios, Padre o Estado, sin que realmente tenga el sentido de tener en cuenta a todos las personas.
Si le robo a alguien, no me debo sentir culpable por robar, sino por haber perjudicado al otro de un modo que no me hubiera gustado que me hicieran a mí.
Tener en mente al otro es siempre un logro del psiquismo humano, que nos da madurez y permite el amor.
Ana Cortiñas Payeras
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