Felicidad conyugal imperecedera, infinita, inagotable.
"Reloj no marques las horas": presente continuo.
Si el amor tiene su propia inercia, su propia dimensión temporal, si es inmortal e indestructible, ¿qué papel juega uno en su mantenimiento?
Una vez instalado, ¿el amor manda?
¿No puedo acortarlo, alargarlo o modificarlo?
Es el síndrome de la asfixia amorosa: el amor no te toca, sino que se incrusta por siempre.
Y hay más: si nos gusta el pensamiento mágico o somos amantes de la Nueva Era, el amor puede sentirse en quinta dimensión: no solo funciona en esta vida sino en las otras.
Fusión total e irremediable, almas gemelas que vagan por el cosmos hasta reencontrarse nuevamente para alcanzar el amor perfecto.
Por desgracia para los soñadores, el enamoramiento o amor romántico es de tiempo limitado (más o menos de dos a tres años).
El amor pasional, si no haces nada para mantenerlo activo, tiende a bajar, esa es su dinámica natural.
Un pacto inteligente:
"Hasta que la muerte nos separe,
si todo va bien…".
Benjamín Franklin decía:
"Ten los ojos bien abiertos antes del matrimonio, y medio cerrados después".
Llámese casorio, noviazgo o relación de amantes, la "atención despierta" es imprescindible para sobrevivir en pareja.
El mito del amor eterno lleva implícito la idea de la certeza.
Si ya me enamoré y soy correspondido, se acabó definitivamente la soledad y ya no habrá incertidumbre sobre mi futuro afectivo.
Walter Riso
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