sexta-feira, 6 de dezembro de 2013

No existen límites


Una vez pensé que tenía límites, ya no recuerdo cuando fue.
Ni siquiera sé en que momento me di cuenta que no era así, que la medida de los imposibles solo estaba en la capacidad de saber esperar y aceptar.
Cuando era pequeña develé un secreto que con el tiempo fui olvidando, esas maravillosas épocas donde estar cerca del cielo era probable, soñar no costaba tanto.
La vida me fue conduciendo por un sinfín de caminos, situaciones, momentos, luces, sombras, rostros amables, otros no tanto y como consecuencia mis ojos se fueron abriendo tanto, que por momentos era difícil ver la realidad.
Los ojos físicos querían acaparar todo, quizás me hicieron ver más de la cuenta.
Un día decidí arriesgarme a cerrarlos por un rato y empezar a observar con las verdaderas pupilas, las que brillan e iluminan.
Desde que le di rienda suelta a mi corazón, él capta y asimila, sabe y escucha.
Con los ojos del mundo veo, con los del alma entiendo.
Ahora sí, estoy más segura que nunca, ese secreto siempre estuvo dentro de mí, llamándome desde lo más profundo.
No existen límites para quienes se empeñan en volar alto, animando a otros para que también lo intenten"

Natalia Lewitan

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