“EL AMOR MUERE DE TANTO CONTACTO”

No es bueno que paséis tanto tiempo juntos. 
EL amor se muere de tanto contacto, así que no te aconsejo que le ayudes en su trabajo. 
Tú tienes tu trabajo y él tiene el suyo. 

Podéis vivir juntos, pero el hecho de que estéis juntos no se tiene que convertir en una relación de veinticuatro horas.
Serás un obstáculo también para él en el grupo, porque el grupo necesita cierta libertad, y los amantes no se dan libertad.
Destruirás su grupo y su libertad, y al final destruirás su amor.
Pero es algo que depende de ti.

Siempre es bueno estar separados algunas horas al día para cuando os volváis a encontrar estéis preparados el uno para el otro.
Es una sencilla ley de la vida, como cuando comes, y luego durante seis u ocho horas te olvidas de comer.
Después, vuelves a tener apetito.
Si estás todo el día comiendo, nunca tendrás apetito.

Así que nuestras vidas de trabajo no deberían ser paralelas porque de ese modo no hay posibilidad de escapar uno del otro. 
Se pierde la libertad, la soledad, y todo el mundo necesita un espacio propio.

Al principio todos los enamorados sienten esa necesidad, y esa es la estupidez de todos los enamorados.
Todos los enamorados se sienten en completa armonía, sienten que fueron hechos el uno para el otro.
Al cabo de una semana todo empieza a cambiar.
Pero si queréis hacer el experimento trabajáis juntos…

El amor no se debería convertir nunca en parte de una técnica, debería tener un mundo propio, un santuario. 
No debería convertirse en parte del mundo del trabajo, nunca. 
Debería seguir siendo poesía, no habría que llevarlo al mercado.

¡Tenéis que hacerme caso!
Si solo os hacéis caso a vosotros es inútil, así que vais a empezar hacerme caso ahora mismo: trabajad por separado.
Utilizad vuestra energía de forma creativa, y siempre se os dará más.
La vida cree en la abundancia.
Toda la vida es un auténtico lujo.
No hacen falta flores, mariposas, pájaros o canciones, pavos reales bailando o ruiseñores cantando.
Todo es superfluo.
La vida sigue floreciendo de mil maneras.
La vida cree en ser abundante, en rebosar, y los que quieran ir con la vida deben seguir desbordándose, derrochar.
No seáis nunca tacaños, derrochad...

OSHO