sábado, 23 de novembro de 2013

Nos enseñaron a vivir con miedo


Nos enseñaron a hacer del miedo el más fiel compañero de viaje.

Miedo a decir lo que piensas por si al decirlo a alguien no le parece bien. Miedo al cambio, al decir no, al decir sí.

Miedo a tus propias decisiones, así otrxs pueden decidir por ti lo que debes hacer o no.

Aprendimos a amarnos desde el miedo a la soledad no vaya a ser que nos amemos desde el alma y así aprender que lo más importante es amarse unx mismx.

Un día me sorprendí preguntándole al miedo si podía salir a la calle siendo Mujer.

Empezamos a vestirnos por miedo al cuerpo original y empezamos a sentir miedo al rechazo por si no acertamos con la vestimenta. A apartar nuestrxs pies de la Tierra, a construir muros, tapias, vallas a nuestro alrededor por miedo a ser heridos, al “te quiero” por la costumbre del miedo a no satisfacer a otrxs.

Y así, dejamos de gritar por placer y bailar como niñas, como ninfas, como brujas, como LIBRES.

Tememos al Lobo y a la Loba.

Dejamos de ser quienes somos para ser quién quieren que seamos que a su vez son lo que otrxs quieren…                              

Y cuando me harté de tanta repercusión en cadena y que él jamás me dejaría aflorar desde las profundidades, decidí no escucharlo, decirle que nuestro viaje juntxs había terminado. Y me tumbé desnuda sobre las piedras que por miedo aún se tiran unxs a otrxs.

Ahora cada vez que el miedo viene a buscarme, se da media vuelta, estoy demasiado ocupada siendo libre.


Rous Baltrons

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