Eduard Francés
Camino hacia la sombra.
Voy hacia la ceniza mojada—fango de
la muerte...—, hacia la tierra.
Voy caminando y dejo atrás el cielo,
la luz, el amor... Todo lo que nunca fue mío.
Voy caminando en línea recta; llevo
las manos vacías, los labios sellados...
Y no es tarde, ni es pronto,
ni hay hora para mí.
El mundo me fue ancho o me fue estrecho.
La palabra no se me oyó o no la dije.
Ahora voy caminando hacia el polvo,
hacia el fin, por una recta
que es ciertamente la distancia
más corta entre dos puntos negros.
No he cogido una flor, no he tocado una piedra.
Y ahora me parece que lo pierdo
todo, como si todo fuera mío...
¡Y más que el sol que arde el día entero
sobre ella, la flor sentirá el frío
de no tener mi corazón que apenas tuvo!..
El mundo me fue estrecho o me fue ancho.
De un punto negro a otro
—negro también...—voy caminando...
Dulce María Loynaz
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