Molly Belle
(A los amigos que siguen vivos
pero han desaparecido, allá donde estén,
con un abrazo póstumo.)
La gente tiende a desaparecer.
Un día te hacen reír y al siguiente no están.
Un día te llamaban cada día
para saber cómo estabas,
y ahora ya no puedes ni recordar sus voces.
Un día dijeron siempre
y siempre acabó siendo nunca más.
La gente se parece a los fantasmas.
Aparecen, seducen, crees en ellos,
dan miedo, brillan y desaparecen.
Se van y, de repente, ya no existen,
como si nunca hubieran existido.
Llegas a convencerte de que los has soñado.
Yo soy uno de ellos.
Morir, en nuestro caso,
es una redundancia.
Juan Vicente Piqueras
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