segunda-feira, 1 de fevereiro de 2021

Querido/a Ex:








He estado pensando mucho en cómo terminaron las cosas. Tengo tantas preguntas sin respuesta y tantas emociones no dichas y no expresadas… 

Hoy te escribo esta carta porque, sin importar cómo terminó todo, he decidido atesorar la mejor parte de nuestra historia. 

Quiero que sepas que, a medida que nuestra relación avanzaba, aprendí a conocerme como nunca antes, aprendí a ser vulnerable y a exponer mis defectos. A veces tuve miedo de que me rechazaras, pero tenía que pasar por todo eso para entender la importancia de aceptarme tal y como soy. 

De una u otra forma, tú me acompañaste en el proceso de amarme y valorarme, y quiero darte las gracias por eso. 

Aunque no todo lo que vivimos fue perfecto, en el fondo entiendo que nada es un accidente y que nuestros momentos juntos debían ser así, tal y como fueron. Estoy aprendiendo a no arrepentirme de lo vivido y a entender incluso los recuerdos difíciles como una lección de vida… Una oportunidad para ser mejor. 

Aun así, no puedo negarte que quisiera volver al pasado y borrar los malos momentos. Me gustaría que solo pudiéramos recordar cómo debimos habernos tratado (con respeto y compasión) y no como acabamos tratándonos muchas veces. 

Aunque ya no soy esa persona llena de ira y frustración, me duele que no lo sepas y que sigas pensando que te odio. Siento tanto que las cosas hayan terminado así… Lamento que el final de nuestra historia no haya sido tan pacífico y memorable como debería, y lamento las palabras hirientes que ambos dijimos. 

Pasé mucho tiempo culpándote y culpándome, intentando descubrir al responsable de que nuestra relación no funcionara. A veces pensé que no eras lo suficientemente fuerte, inteligente o leal… Que no hiciste las cosas como yo esperaba. Sin embargo, con el tiempo me he dado cuenta de que correr en círculos tratando de cambiar el pasado y a los demás no es bueno para nadie. Solo puedo cambiarme a mí. 

Quiero que entiendas que no te odio. Llegué a odiar a la persona que estaba conmigo y también a la persona que estaba contigo, pero todo eso quedó atrás. Ahora, al momento de escribir esto, solo puedo pensar en lo mucho que quiero tu felicidad. Y cuando digo que quiero que seas feliz, lo digo en serio. 

Ha tomado un tiempo, pero finalmente me he dado cuenta de que simplemente no éramos adecuados el uno para el otro, y que a veces no importa cuánto luches, porque algunas diferencias son inconciliables. 

Nadie debería tener que negociar sus principios, su forma de ser o pensar. Mereces estar con alguien que te haga sentir bien siendo quien eres, con quien puedas ser completamente tú. Yo merezco lo mismo, y poder reconocerlo me quita un peso enorme de encima. 

Ahora entiendo que, cuando algo es correcto, es correcto. Simplemente lo sabrás, como si estuvieras armando un rompecabezas. Créeme, no tiene que ser difícil o doloroso… Amar no tiene que ser un sacrificio, es solo que nos hemos acostumbrado a verlo así. 

A veces pienso en ti. Pienso en lo que estás haciendo, en quién te has convertido sin mí, en qué aspectos de tu vida se han elevado o han desaparecido. Puede que nunca lo sepa, pero me da gusto imaginarte feliz, radiante, sin ataduras. 

Solo espero que tú, como yo, puedas mirar hacia atrás algún día y ver lo increíble que fue nuestra historia. Espero que sientas la confianza y paz interior suficiente para sonreír en lugar de llorar, y que te sientas bien cuando lo hagas. 

Tal vez algún día podamos tomar una taza de café juntos. Podríamos sentarnos y hablar de todas las cosas divertidas que han sucedido en nuestras vidas, de lo que hemos aprendido y de cómo ahora somos mejores personas. A veces, no se trata de qué tan largo es un libro, sino de lo que sentimos al leerlo y después de haberlo hecho. Es esto lo que hace que haya valido la pena la aventura. 

Con amor, 

Tu ex



Walter Riso
in, PHRÒNESIS





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